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Dios Quiere que Seas un Gigante

“ Entonces les abrió el entendimiento para que comprendiesen las escrituras ”

Lucas 24:45

Creo que todos nos hemos sentido pequeños alguna vez y no estoy hablando de tamaño.


Creo que también que todos sabemos lo que es sentirse incapaces, inadecuados, insuficientes…

Tal vez consideramos con razón que la tarea que teníamos por delante era ajena a nuestras capacidades o, posiblemente, dudábamos de nuestros talentos. Posiblemente también, sepamos lo que significa que los demás te consideren pequeño.

El desdén, el menosprecio y la ignorancia… cuando alguien quiere puede considerarte pequeño aunque no lo seas.

  • José cuando fue vendido por sus hermanos debió sentirse pequeño (Génesis 37:27-28).

  • En Génesis 39:11-20 vemos cuán terrible es el mundo, pero también, vemos que Dios estaba con José, lo estaba dirigiendo, pero al igual llegó a sentirse pequeño.

Génesis 39:21-23 (Versículos de apoyo).


Entonces, ¿Qué nos sostiene en los momentos difíciles? ¿Qué nos ayuda a vencer la pequeñez? ¿Cómo Dios nos convierte en gigantes?


Nos convertimos en gigantes cuando:

  1. Retenemos la palabra: José huyó de la tentación,(retuvo la palabra) la conocía y la tuvo en cuenta para actuar en ese momento y decir: ¡No! (Romanos 8-6). El Espíritu da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.

  2. Aprender a mantener el rostro siempre con la mejor sonrisa (Génesis 40:6-7): Este pasaje nos muestra que a pesar de la condición de José en ese momento, a pesar de haberse sentido pequeño sonreía y ayudaba. ¡Cuando Dios nos recuerda que somos gigantes nuestro semblante cambia!.

  3. Darle el lugar al Señor en toda nuestra vida, en toda nuestra representación como seres humanos (Génesis 4:16).

  4. Reconocer que aunque el Señor está con nosotros en todo tiempo, siempre van a haber personas en mejores o peores condiciones que nosotros; allí es donde debemos mantener la humildad y agradecer lo que ha puesto en nosotros y nos ha dado.



¡Bendiciones!




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